domingo, 24 de agosto de 2008

Cómprese un gato y vivirá más años

La relación entre hombre y gato es conmovedora en el sentido de reciprocidad de la palabra. El gato se frota contra el cuerpo de su amo, y el dueño le acaricia y alisa el pelaje del gato. Si a estos dueños se les somete en el laboratorio a pruebas fisiológicas, se descubre que la tensión se apacigua y sus cuerpos se relajan al acariciar a los gatos.

Se ha demostrado en la práctica en un número de casos agudos, que mejoraron algunos pacientes mentales de una forma asombrosa, tras permitírseles la compañía de gatos domésticos.

Es también asunto de relación psicológica, de una clase que carece de las complejidades, traiciones y contradicciones de las acciones humanas. Todos quedamos marcados por ciertas relaciones humanas y para los que les hayan quedado graves cicatrices mentales, un nexo con un gato puede proporcionar recompensas tan grandes que hasta les devolverá la fe en las relaciones humanas, destruirá su cinismo y su suspicacia, y curará a la vez sus cicatrices ocultas.

En Estados Unidos, un estudio ha revelado que, para aquellos pacientes cuyo estrés les había conducido a trastornos cardíacos, el poseer un gato pudo marcar, literalmente, la diferencia entre la vida y la muerte, reduciendo la presión sanguínea y sosegando un corazón muy sobrecargado.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Puag, tengo que comprar 1? No vale dando patadas a gatos? Ni atropellandolos? Jooo