Adaptado a vivir bajo el influjo de la gravedad, el ser humano debe afrontar curiosos retos si quiere estar entre las estrellas.
- Náuseas, dolores de cabeza y problemas para localizar brazos y piernas son parte de los síntomas del indeseable mareo espacial.
- El descenso de la presión sobre la espina dorsal por la ausencia de gravedad hace que la estatura de los astronautas aumente 5 cm.
- En el espacio nadie escucha tus ronquidos... porque desaparecen.
- Nadie sabe que sucede cuando se hace el amor en el espacio.
- Al quedar expuesto al vacío espacial no hay que aguantar la respiración: los pulmones se desgarrarían por la descompresión. Tampoco hierve la sangre ni se acaba explotando, como se ve en algunas películas.
- A la hora de comer, la sal y la pimienta se sirven en forma líquida y los macarrones se comen aguados.
- Para usar el retrete hay que sentarse con precisión en el centro del inodoro. Es una de las cosas que deben ejercitarse concienzudamente en la Tierra.
- Lo más duro del regreso a nuestro planeta es darse cuenta de que si sueltas un objeto, cae.
- Resulta difícil dormir en órbita baja cuando el Sol sale y se pone cada 90 minutos.
- En el espacio no hay que exponerse nunca a la luz del Sol sin protección; se corre el riesgo de sufrir quemaduras muy graves.
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